Los 'gegants' del artista Salvador Dalí y su pareja y musa, a la vez que también artista, Gala Dalí, han estado presentes en las Fires i Festes de la Santa Creu de Figueres este viernes con un lazo amarillo colgado en el pecho.
Ambos muñecos han llevado un lazo a favor del movimiento independentista, pese a que Salvador Dalí nunca mostró su apoyo a la independencia de Cataluña. De hecho, la historia apunta a que el artista no era contrario a la dictadura de Francisco Franco, a la que no mostró su rechazo o criticó durante sus años de vida.
Una de las muchas frases emblemáticas del pintor ilustran su posicionamiento político e ideológico, lejano en el bando republicano, que fue derrotado en la Guerra Civil, o a los intelectuales críticos con la dictadura. "Picasso es un genio. Yo también. Picasso es comunista. Yo tampoco", afirmó Dalí en su día.
De hecho, Dalí -que vivió durante un tiempo prolongado en el extranjero- regresó a Cataluña durante la dictadura Franquista, donde vivió desde 1948. Su elección de volver a España para vivir en tiempos de la dictadura provocó las críticas de algunos de sus antiguos colegas, así como sectores progresistas.
Otro de los ejemplos de su posicionamiento se encuentra en su testamento. El pintor catalán instituyó "heredero universal y libre de todos sus bienes, derechos y creaciones artísticas en el Estado español", según detallaba la cláusula tercera del testamento que Dalí dictó el 20 de septiembre de 1982. Este documento anulaba el anterior testamento de Dalí, de 1980, en el que dejaba sus bienes a partes iguales en el Estado y la Generalitat de Catalunya.