"Aznar era y continúa siendo un tipo insignificante y algo ridículo que nunca fue del agrado del Rey. En realidad Juan Carlos no le podía ver ni en pintura. Ni a él ni a su bigotillo a lo Hitler, ni a su media sonrisa de hiena, ni a sus ojos turbios de catavinos". Ésta es una de las frases del último libro de Josep Maria Loperena, El Circo de la Política, que narra, entre otros, el papel del Rey en el 23-F como integrante activo del golpe de estado para fortalecer la corona en el contexto político de la Transición o la relación entre él monarca y José María Aznar.
"Cuando ganó las elecciones en el 2000 por mayoría absoluta, Aznar ebrio de poder y de soberbia, pronunció una frase que dejó tieso al Rey: "¡Se ha terminado la Guerra Civil!". Con ella dio a entender que iba a proclamarse emperador de todas las Españas como un Napoleón cualquiera. Fue entonces cuando cambió radicalmente y comenzó a recorrer el camino de su dictadura blanca", explica el escritor. "Juan Carlos detestaba, desde mucho antes de su llegada al poder, su pinta innoble de funcionario de tercera y su carácter intransigente propio de un chusquero que no podía sonreír porque si lo hacía su faz se convertía en la de un chacal. Su amigo 'Rodri' (Rodrigo Rato) solía decir que tenía cara de “parálisis facial”. Al Rey, Aznar le parecía torpón, maleducado, simple y, al contrario de Felipe, poco dado a florituras con la palabra", añade.
Lopera también dice que "para colmo de males, Aznar era 'joseantoniano' y de extrema derecha. Juan Carlos solo compartía lo de la “unidad de la patria”. El resto de las Leyes Fundamentales franquistas, que en el fondo eran las que el nuevo presidente pretendía restablecer, no. "Iba a ser Aznar y no él quien representara el continuismo del 'ausente'", caviló Juan Carlos".
El Circo de la Política también narra la defenestración de Pasqual Maragall por el suyo propio partido y del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero a causa de su perfil individualista y poco sumiso con respecto a las órdenes dadas desde Ferraz.